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Parte III: Doble deuda Sus palabras te dejan totalmente consternado, y te aferras con fuerza a tu arma. ¿Su trabajo? ¿Qué quiere decir con…? Tu mente comienza a atar cabos: La mujer sostiene una lámpara… Hace unas noches, cuando saliste de aquel pueblo, fue una lámpara la causante de la terrible ilusión en la que quedaste atrapado. Bruja. Un fugaz impulso te lleva a tratar de liberar a la chica. Por más que sospeches que se trata de una nueva ilusión, hay una parte de ti que te hace pensar que no es así. Lo único que te importa ahora es soltar a la muchacha y asegurarte de que

Su viaje al parecer había dado ya lo peor de sí, de manera que logra regresar a casa antes de que amanezca, bruscamente propulsada por la urgencia de salir de aquél lugar lo más rápido posible. Una vez en el castillo se siente casi abrumada al tener que elegir entre dormir o comer y, tras meditarlo levemente, se decanta por la comida. Tras aquél incidente no cree poder dormir bien, por lo menos por los días que vienen. Para cuando su ciclo del sueño empieza a asemejarse a la normalidad el reino ya está sumergido en los preparativos adecuados para recibir una vez más el Día de todos los

Parte II: Pesadilla y realidad Es sumamente tarde, y el negro tono de la noche ha comenzado a dar paso a cierta claridad particular de las primeras horas de la madrugada, a pesar de que aún faltan algunas horas para que el alba despunte finalmente. Después de mucho pensarlo, decidiste que este era el mejor momento para venir al bosque a recoger tu lámpara. La otra opción era venir con Arianne o con alguno de tus hermanos, pero finalmente te decantaste por la elección más prudente: No ibas a exponerlos a que algo les pasara. Además, así ninguno de ellos tendría que preocuparse por tu extraña